lunes, 10 de mayo de 2010

COMENTARIO SOBRE LA ENTREVISTA A PABLO PINEDA: Una parsona down , en tierra de nadie

Pablo Pineda se siente orgulloso de ser una persona con síndrome de Down que puede demostrar que su desarrollo es producto del entorno cultural y social, más que de los determinantes biológicos algo que aprendió leyendo a Vygostsky. Y, al mismo tiempo, lamenta los tópicos que persisten en torno a estas personas: “Ya no queremos ser noticia, sino personas con todos los derechos” Reivindica .

Tiene claro que una persona con síndrome de Down es ante todo una persona, y no un cerebro ni un cromosoma. Quiere que se les tengan en cuenta que, se les respete y se les acepte tal como son. Piensa que las grandes diferencias se construyen sobre la base de la educación y de la estimulación recibida, tanto por parte de la familia como de la escuela.
En los progresos, piensa que no hay límites, sólo los que quieran poner
los demás, y que si el ha hecho una carrera, otros pueden hacer otra cosa y señala que lo que discrimina es la desigualdad, y que la diferencia enriquece.

No soporta tópicos como es el académico, pero también el sociolaboral y subraya que le molesta mucho el paternalismo enmascarado.” Cuando pido que nos den caña, hago una metáfora. Quiero decir: exíjame,” comenta.

Tomó conciencia de su identidad como persona con síndrome de Down en el colegio y
destaca la figura de Miguel López Melero por haberle influido muchísimo, tanto desde el punto
de vista educativo y cultural como desde el punto de vista ideológico. De su mano, ha descubierto a autores como Vygotsky o Freire, a los que no conocía antes de entrar
en la facultad.
Piensa que del de síndrome de Down, Tiene solo los estigmas, pero nada más: y que sus conocimientos le han hecho una persona como las demás.

Afirma que se ríe hasta de si mismo, y que el humor es el aliciente, como la sal

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